La Lucha Antiminera

Por: Ixia F. Lugo Centeno

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“No vendas tu pedazo de tierra aunque te pague bien,
porque el que vende su terruño, vende su patria con él”


Virgilio Dávila

La lucha antiminera comienza con unos plebiscitos para los años 60, según mi entrevistado Pedro Matos Ripoll. Para estos años el MPI tenían un lema que era: “Minas Puertorriqueñas o Cero Minas” y también habían hablado de la contaminación de todo Puerto Rico. “Esto de las “Minas Puertorriqueñas o Cero Minas” es incorrecto porque aunque las minas sean puertorriqueñas o no, hacían el mismo daño a nuestra salud, al suelo, a los cuerpos de agua y al aire”, señaló Matos Ripoll.

Para complementar mi entrevista consulté con la Sra. Noemilda Vélez Mass, quien me comentó que ellos comienzan a trabajar en la lucha cuando salió en el periódico del Nuevo Día que se iban a explotar las minas de cobre y que se calculaban en 5 billones de dólares las riquezas de los yacimientos de oro y plata. Ella me contó que comenzaron con lo que ellos llamaron “las Brigadas Antimineras” y esto lo hacían escogiendo una persona de cada barrio para que llevara a su comunidad la información acerca de las minas y por qué era que se debían oponer. Ellos utilizaron la cultura para llevar la información ya que se dieron cuenta que era una forma más llamativa que un trovador les cantara acerca del tema que una persona hablara y hablara del tema. También utilizaron películas.

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Es importante mencionar que el líder ideológico de todo esto fue Don Juan Antonio Corretjer. Él ayudó a dar los primeros pasos para la lucha instruyendo a los líderes de la lucha, según la información que me dio Noemilda. Bajo su amparo nace el Taller de Arte y Cultura. Esto fue como la sede para llevar la información haciendo talleres de chiringa, cocina, costura, baile de jóvenes e infantiles, entre muchos talleres más. En estos talleres participaban las Marianas que eran las mujeres que trabajaban en ellos y que si había una reunión ellas llevaban el café y los bocadillos. Ellas cosían los trajes típicos que se utilizaron en muchas de las actividades. Fueron una parte esencial de toda la lucha antiminera. Cabe mencionar que las Marianas llevan ese nombre en honor a Mariana Bracetti, quien hizo la bandera oficial del pueblo de Lares. Desde el comienzo las mujeres trabajaron mucho en esto de la lucha antiminera porque en la mayoría de los barrios que visitaron eran las mujeres quienes estaban dispuestas a colaborar y llevar la voz a sus vecinos.

Luego de las “Brigadas” comenzaron hacer las “Jornadas Antimineras”. Estas consistían en informarse más sobre el tema, disfrutar la actividad artística, participar en los talleres, etc. La primera jornada antiminera fue un fracaso ya que por miedo no asistieron muchas personas. En estas jornadas se llevaban artistas y artesanos. La segunda jornada antiminera fue exitosa y fueron muchos artistas, entre los que se puede mencionar a Andrés Jiménez. También hicieron un concierto llamado Concierto Patria Adentro que fue muy exitoso y asistieron diversos trovadores, cantantes de décimas y artesanos.

Muchas personas de distintas clases sociales y edades sobre todo trabajadores, participaron. Hubo personas que desde Estados Unidos y de otros países trabajaron en la lucha antiminera. Hubo muchos grupos que se unieron a la lucha antiminera consiguiendo apoyo de las Iglesias, el Colegio de Abogados, Grupos Sindicales, Uniones, Grupos Artísticos, Instituto Laboral de Educación Sindical, Grupo de Servicios Legales en Arecibo, Prisa, casi todas las universidades, las escuelas superiores a través de la Isla, Federación de Maestros, Grupos de Religiosas en Ceiba, entre otros. Se puede decir que el apoyo fue nacional e internacional. Fueron a las Naciones Unidas para llevar reclamos. Se dieron conferencias en la radio y en las escuelas.

Don Pedro Matos y Noemilda me contaron de unos incidentes que ocurrieron para la primera etapa de lucha durante los años 60. Varias personas murieron, otras quedaron heridas y otras sin hogar. Se puede mencionar a Echegaray, que quedó afectado de la pierna de por vida tras volcarse el jeep en el que viajaba y los dos que iban con él, murieron.
Para los años 80, se declaró que no se iban a explotar las minas y se firmó una ley donde quedaba paralizado el proyecto. Esto no quiere decir que no se va a volver a tocar el tema de las minas porque Estados Unidos puede llegar y explotarlas porque el territorio es parte de ellos.

Los que participaron en la lucha fueron fichados, agentes de la policía se infiltraron en sus reuniones y los policías los trataban de intimidar, entre muchas cosas más. Mis entrevistados me comentaron que lograron el objetivo inmediato que era parar la explotación de las minas.
El Taller de Arte y Cultura fue la base de toda la lucha, donde hubo muchas comisiones. Después de ganar la lucha surge, bajo amparo del Taller de Arte y Cultura, Casa Pueblo. Al surgir Casa Pueblo el Taller de Arte y Cultura quedó en el olvido. Ya no se documenta nada del Taller de Arte y Cultura. Casa Pueblo surgió porque tenían la necesidad de ampliar los espacios de las reuniones y talleres. Como se fueron adquiriendo unos fondos se les concedió una “casona”. Esto iba ser la sede del Taller de Arte y Cultura. Ellos querían hacer eso como un museo y tener allí una biblioteca para los estudiantes o personas interesadas en el tema que fueran a visitarlos.

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Los que participaron en la lucha fueron fichados, agentes de la policía se infiltraron en sus reuniones y los policías los trataban de intimidar, entre muchas cosas más. Mis entrevistados me comentaron que lograron el objetivo inmediato que era parar la explotación de las minas.
El Taller de Arte y Cultura fue la base de toda la lucha, donde hubo muchas comisiones. Después de ganar la lucha surge, bajo amparo del Taller de Arte y Cultura, Casa Pueblo. Al surgir Casa Pueblo el Taller de Arte y Cultura quedó en el olvido. Ya no se documenta nada del Taller de Arte y Cultura. Casa Pueblo surgió porque tenían la necesidad de ampliar los espacios de las reuniones y talleres. Como se fueron adquiriendo unos fondos se les concedió una “casona”. Esto iba ser la sede del Taller de Arte y Cultura. Ellos querían hacer eso como un museo y tener allí una biblioteca para los estudiantes o personas interesadas en el tema que fueran a visitarlos.

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